Aleksandr Kuprín (1870-1938) es uno de los grandes escritores rusos, muy apreciado por sus contemporáneos: Chejov, Bunin, Tolstoi y Gorki. Es considerado un maestro del relato y de la novela corta, un virtuoso de las descripciones paisajísticas y de los retratos psicológicos.
Los temas de sus obras son eternos: la infancia, la búsqueda del amor verdadero y la felicidad, los animales y la naturaleza, la humanidad y sus valores, el bien y el mal, la vida y la muerte, las injusticias de la sociedad de su tiempo.
Incluye los siguientes relatos:
- La felicidad de un perro (1896)
- El caniche blanco (1904)
- El elefante (1907)
- Yu-yu (1925)
- La estrella azul (1927)
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Desde niña, fui una lectora apasionada. Crecí con las obras maestras de Pushkin, Kuprín, Tolstói, Lérmontov, Turguénev, Chejov, que, en gran medida, influyeron en la sensibilidad literaria que haya podido desarrollar de adulta.
Hoy, sigo admirando su increíble calidad, riqueza, profundidad y universalidad. También disfruto recordando los paisajes de Crimea y Odesa, donde de pequeña pasé algunos de mis veranos, los mismos paisajes que Kuprín describía con tanta ternura.
Gracias a mi abuela, que me contagió ese amor incondicional por la lengua española, me convertí en la tercera generación de traductores en mi familia. El destino hizo el resto y un día empecé a sentir este idioma como parte de mí misma. Una parte muy importante, la que confluye con la que fui antes para convertirme en la que soy ahora. Una parte que me enriquece y me permite sentir, apreciar y transmitir su belleza.
Me honra poder hacer mi pequeña contribución para descubrir a los lectores hispanohablantes algunas de estas pequeñas joyas que Kuprín nos dejó en herencia: La felicidad de un perro (1896), El caniche blanco (1904), El elefante (1907), Yu-yu (1925) y La estrella azul (1927).
Disfruto enormemente aunando mis dos pasiones: los textos maestros con sabor a mi infancia y la lengua española, que hoy también siento como mía.