Lara de Altopico
Una aventura de fantasía con mucho humor
Lara, joven honesta hasta sus últimas consecuencias, ha tomado una decisión: abandonar su aldea, Altopico, para ir a la ciudad. O lo que es lo mismo, dejar los cuentos de hadas, ninfas y driadas del bosque para sumergirse en la atmósfera venenosa y turbia que se respira en Llanoso.
Entre los millones de seres asustadizos, mortíferos, con garras e invisibles que la van a acechar, ella tiene claro que solo está interesada en conocer a los de un tipo: los trasgos.
Obsesión que le hará enredarse en una de las miles de conspiraciones, que cohabitan en Llanoso para eliminar a sus líderes.
Tal vez, la propia Lara y su obcecación sean más peligrosas que las intenciones turbulentas con las que lidian las dirigentes de Llanoso, quizá exista una nueva forma de vida más letal que la llevada por los reputados asesinos Edkis y el señor S, o quizá no. Tal vez, solo se trate de una muchacha de las montañas que se ha lanzado a la búsqueda de un trasgo.
La pregunta era, en sí misma, una de las grandes incógnitas del universo. Una de las buenas, de las que crean escuela, vamos, una de esas que te perforan la mente y te dejan dándole vueltas al asunto: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?
La pregunta vagaba incauta por distintos planetas, complejos de asteroides, nebulosas y agujeros negros, hasta que un buen día, malo para la pregunta, sucumbió ante la lógica aplastante de «Las Tierras del Barro». Entonces, perdió su brillo, su halo romántico de incomprensión, y se apagó como un refrán que ya nadie cita. La respuesta era obvia: primero fue el huevo.
Y es que, en «Las Tierras del Barro», todo el mundo sabía que el huevo Consall había flotado a la deriva por el multiverso durante eones hasta chocar con el asteroide Dzart, y que la colisión resquebrajó su cáscara hasta el punto de romperla. El impacto, además, interrumpió el descanso divino de la gallina Tupa-K, que nació en ese momento, salió del huevo y se forjó un objetivo: buscar al irreverente asteroide para picotearlo y destruirlo.
Desde entonces, Tupa-K continúa su loca carrera en busca de Dzart, y Consall, y disfruta de su extraña independencia haciendo lo que más le gusta: alojar nuevas formas de vida.
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Garazi Albizua Castelao (Bilbao, 1985). Soy una escritora e ilustradora santurtziarra a la que no le gustan las sardinas. Disfruto escribiendo y dando talleres literarios. Desde noviembre de 2019 laboro en el programa de radio sobre literatura en euskera Irakurrieran, de Bizkaia Irratia.
He publicado los siguiente trabajos con la editorial navarra Denonartean: Nola egiten dute dortokek? (2015), Kemena (2017), Izadia (2018) y Geun (2019). Además, he participado en la antología La Décima Musa (2019) editada por la revista JotDown con el relato «A mí querido papá», así como en el primer juego de rol en euskera ATOPIA con el relato «Lur amaren hitzak ulertuko ditut» (2019).
- Autor
- Garazi Albizua Castelao
- Ilustrador de portada
- Olga Carmona Peral
- Nº de páginas
- 216
- Alto (mm.)
- 210
- Ancho (mm.)
- 145
- ISBN
- 978-84-124311-4-8