Descendientes del abismo

Al cumplir diez años, Dana comienza a tener una pesadilla recurrente: un mundo onírico, poblado por espectros perdidos y criaturas ya olvidadas, donde el paisaje está permanentemente inundado.

Su búsqueda de respuestas la encaminan hacia nuevos aliados. Mientras, el pueblo, que todavía no ha tenido permitido visitar, se enfrenta a cicatrices personales y a uno de los incontables monstruos que infestan Argient.

Tal vez sea la última oportunidad. Escucha nuestra historia. Ha vuelto a empezar.

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Dana, tomada por la noche, despierta en su sueño: el mundo inundado. Siente húmedas las sábanas que la envuelven y, sumado a la inmutable luz tras las cortinas, parece molesta, incapaz de volver a su fantaseado cumpleaños, donde seguro que la acompañan sus padres. En su búsqueda por la comodidad encuentra tejidos mojados allá donde mueve las piernas, lo que la desvela por completo. Revisa su ropa interior, pero rápidamente desvía su mirada para observar su habitación, gris e inundada. Pega su espalda contra el cabecero, con la rigidez propia del terror humano.

Su escritorio inclinado y su armario desplazado, cuyos contenidos están sumergidos en el encharcado suelo de la habitación, la sorprenden. Su ropa, empapada y destrozada, asemeja una burda copia de la real, de colores y formas en patrón con todo lo que la rodea.